Los orígenes de Taltal

Cobija, nacimiento y desarrollo del principal puerto/ Antofagasta al inicio de la guerra del Pacifico/ José Díaz Gana y el descubrimiento de Caracoles/ La Compañía Minera Huanchaca/ Los orígenes de Taltal/ Mejillones y el guano/ Ferrocarriles de Antofagasta.

Tradicional forma de arrastrar barriles de agua por burros. En la imagen niño de Tal Tal. Sin fecha.

El puerto de Taltal se habilita como tal el 12 de julio de 1858, a instancias de José Antonio Moreno, el magnate del cobre, y del gobernador de Caldera, quienes solicitan su apertura a la Dirección Marítima y al Ministro del Interior. Se buscaban mejores condiciones para la explotación de los minerales, facilitando el trabajo de los empleados de la Aduana de Caldera. En Taltal ya había otros empleados para la atención y el servicio de buques, a cuya instalación ayudo José Antonio Moreno. Este empresario, oriundo de Copiapó, primero arrendó la estancia El Paposoa Candelaria Goyenechea Sierra, su coterránea y madre de los intrépidos hermanos Gallo, sus amigos personales. Ella la había heredado de sus ascendientes maternos, procedentes de Francisco Cisternas, quien fue el primero y único favorecido con esta merced de tierras a fines del siglo XVII.Esta Estancia tenía alto valor, a juzgar por la tasación que hace Manuel Montt de los bienes del matrimonio Gallo Goyenechea, a la partición de ellos en 1849,cuando la Estancia del Paposo vale lo mismo que lagran casa de la familia en la calle Atacama, la más rica en la ciudad más rica de Chile.18 A la muerte de José Antonio Moreno su viuda compra debí nativamente la Estancia El Paposo. Con el paso de los años, el Estado de Chile pone en duda el dominio y la propiedad de esta Estancia de decenas de miles de km2y el nieto de Moreno, Arturo Latorre Moreno, le solicita a Tomás Thayer Ojeda que haga una interpretación jurídica del título primitivo de propiedad para la disputa con el gobierno, que pierden por los intereses que están involucrados en estas tierras, llenas de minas de cobre, de plata y oro, además de las reservas salitreras.

Aguadores de Taltal, recreación del artista Luis Núñez San Martín.

Lo interesante de este documento es que aclara algunos términos empleados en los siglos XVII y XVIIIsobre las aguadas. Ahí comenta que muchas veces se habla de “jagüey”, palabra indígena de origen taino, pueblo de las Antillas, que es equivalente a fuente, manantial, ojo de agua y aguada, en castellano, pero no siempre se trata de una surgencia natural, pues puede ser un pozo construido para captar agua subterránea. Respecto del término “vertiente”, dice que no significa ca necesariamente agua, sino que se refi ere a “por donde se vierte algo”, como puede ser un botadero de tierras. Luego continúa explicando que la Estancia El Paposo es la más septentrional, después de la Estancia de Chañaral, y antes de la de Los Choros.19Al fi nal, queda claro que la familia de José Antonio Moreno perdió en este pleito, cuando al interior de Taltal y El Paposo se extendían ricos mantos de salitre, los que a partir de 1878 fueron ocupados por losempresarios chilenos, que fueron expropiados enTarapacá por el gobierno peruano en esa fecha.El Paposo contaba desde antes de la Colonia con una vegetación xerófi ta, capaz de mantener majadas de cabras que eran el gran negocio de esos años en que se exportaban los cordobanes a Perú preparados con cueros de caprinos.

Eso mismo es lo que vio RodulfoAmando Philippi cuando recorrió esa costa en compañía de Diego de Almeida, quien le contó sus aventuras por esas tierras, cuando de joven exploraba en busca de minas y llevaba estacas de árboles frutales que iba plantando en cada aguada, y así crecieron higueras y perales; en ese recorrido se encuentra con José Antonio Moreno, que lo recibe en su campamento de caleta El Cobre, donde había excelente comida, diarios y agua buena, todo, incluso el agua, traído deValparaíso.20 Con los años se tejió una leyenda negra en torno a Moreno, y se decía que para que otros no exploraran en sus territorios, él mismo tapaba las aguadas y no ayudaba a nadie con comida o forraje, como lo recoge L. Darapsky, en 1900.

Quebrada de Taltal, donde surgen aguas subterráneas que permiten el crecimiento de vegetación.