Las aguadas de la costa de Taltal

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Después de los antecedentes de las aguadas de la costa recogidos por Philippi, y varias veces mencionados   por distintos viajeros, los pone al día Arturo Capdeville, cuando en 1923, hacía un recuento de las 31 aguadas situadas en el litoral, todavía vigentes, situadas al norte del puerto de Taltal, agregando una serie de datos sobre el medio ambiente y sus habitantes. Uno de los aspectos geográfi cos más interesantes es que estos manantiales brotan de los cerros de la costa, a una misma altura, de unos 200 m.s.n.m., y nunca están a más de 18 cuadras del mar. Estas aguadas son:

1. Del Hueso, a una legua de la playa, hay plantados perales e higueras.

2. Punta Honda, en la playa, salobre, a 10 cuadras al interior, por la quebrada de Ramón viven varias familias changas, que tienen majadas de cabras.

3. Paso Malo, en la playa, agua buena, en la quebrada adentro viven changos y sus cabras.

4. Pozo Agua Verde, una legua al sur de Puerto Oliva, en la playa, salobre.

5. Agua Dulce, 1,5 legua al norte de Puerto Oliva, a 6 mts del mar y a 4 de altura; brota de la roca, hay pasto  (chépica) y ahí se encontró un cementerio chincha atacameño.

6. Anchuño (nombre del chango que allí vivía), a media falda del cerro brota el agua, es de buena calidad, forma un pozo grande y hay higueras y perales.

En las laderas de los cerros de la costa, en el sector de Caleta El Paposo, la constante neblina produce una potente franja verde poblada de pequeñas flores.

7. Cachinalcito, a la misma altura de la anterior, con buena agua, perales, higueras, cabras y changos.

8. Del Pueblo, a 2 km del mar y a 80 metros de altura, con buena agua para personas y animales.

9. Quebrada del Jote, a media falta, con agua buena y una vega.

10. Agua Buena de los Perales, a 2 km al norte de la anterior, un chango cuida 5 higueras y 8 perales.

11. Agua de los Perales, a 2 km al norte, hay familias de changos, tienen higueras, perales, duraznos,

membrillos y un eucalipto.

12. Yumbes, frente al Paposo, a ½ legua del mar, buena agua, hay higueras, un pimiento y burros cimarrones.

13. De la Capilla, a una legua al norte del Paposo, en la playa, al interior hay 3 aguadas, que permiten abundantes pastos, ahí viven changos con sus majadas.

14. De la Aguadita, en la playa, dulce.

15. Del Zapatero, a media falda, con pasto.

16. De la Caña, a 5 leguas al norte del Paposo.

17. De Las Locitas, en la playa, salobre.

18. Del Cucaracho, en la playa, salobre, al fi n del Médano.

19. Del Médano, por varias quebradas a media falda brota agua dulce; pasado el macizo está la aguada de Chacoma; siguiendo ½ legua de la anterior, están las Piedras Pintadas, a 5 leguas al norte del Paposo y a 3 leguas al interior. Estas piedras pintadas están en la quebrada La Salvadora, los dibujos son rojos, hay redes, balsas, llamas o guanacos, indios apuntándolos, otros lanzando arpones a las albacoras o ballenas.

20. De la Loma Dulce, a ¾ de legua de la playa, en la quebrada del cerro de su nombre hay otro manantial un poco más al norte y los cerros tienen pastos.

21. Del Panulcillo, a ¾ de legua de la playa, en la quebrada del cerro de su nombre.

22. Del Puntiagudo, a ¾ de legua de la playa, en el cerro de su nombre.

Aguadas Breas y Escalerita retratadas por Ludwig Darapsky en 1900.

23. Del Trapiche, a ¾ de legua de la playa, en la quebrada del cerro de su nombre y las más rica después del Médano.

24. Del Panul o del Resbalón, a ¾ de legua de la playa, mucho pasto, 1 legua al sur de Punta Plata.

25. Del Cardón, a ¾ de legua de la playa, en la quebrada del cerro de su nombre. Entre Punta Plata y Punta Morada, a ½ legua al norte de Taltal los cerros tienen pasto, pero disminuyen al norte de Punta Plata.

26. De las Huallancas, en la playa, salobre.

27. De Caleta Colorada, en la playa, salobre, al interior dulce.

28. Del Buitre, brota del cerro, a 1 legua de la playa.

29. De Miguel Díaz, al sur de Punta de Reyes, a 1 legua de la playa, dulce y abundante, hay pasto.

30. De Cotaipí, en la lía de la anterior, buena.

31. De la Botija, en la playa, salobre, al interior brota agua buena y abundante.

Estas aguadas, de Taltal a Botija, deben haber servido para sostener poblaciones indígenas prehistóricas ubicadas en la costa y que tenían en el mar un abundante alimento. Señala Capdeville que, según conversaciones con los changos del lugar, en épocas pasadas había más agua y pastos porque las lluvias eran más abundantes. Esto no sería raro dado que el siglo XIX Chile tuvo más lluvias que en otros períodos. Capdeville relata que al interior de Taltal revienta agua dulce, o algo salada, que bajaba por la quebrada proveniente de los Andes, como ocurre en Río Frío, Pastos Grandes, Aguada, Catalina, Agua Verde, Canchas, Cortadera, Breas, Hueso, y otros puntos entre la cordillera de los Andes y el puerto de Taltal. Por último, comenta que cuando llueve se produce una abundante floración de lirios, del fragante palo negro, la pata de guanaco, los capachitos, el amancay y otras plantas.

Esta vegetación se sustenta en las escasas precipitaciones que en Taltal alcanzan a 25 mm al año, con una temperatura promedio anual de 17º C. Esta costa cuenta también con una abundante neblina que se desarrolla entre los 300 y los 800 m.s.n.m., que cubre los cerros y protege a la vegetación de los efectos secantes del sol. Las laderas y declives de los cerros cubiertos por las nieblas poseen una vegetación de invierno que en primavera se vuelve exuberante y da lugar a una franja verde, vista desde el mar, entre las alturas que alcanza la permanencia de la neblina. Esta “franja verde” es más intensa desde la aguada de Miguel Díaz, por el norte, hasta Punta Grande, un poco al sur del Paposo. Entre estas plantas hay muchas únicas, y aunque sus géneros son los mismos que abundan en el sur del Perú, las especies difi eren y son auténticamente endémicas. De este conjunto  destacan tres tipos de cactus, uno es el cereus spinibarbis Otto, otro el cereus Coquimbanus y una Euphorbia lactifl ua Ph., con estructura xerófi ta y hay una puya copiapina Ph. 

 

Aguada del Perrito Muerto, retratada por Ludwig Darapsky, publicada en la obra “Das departement Taltal” impresa en Berlín en 1900.

 
 

Entre los tipos de cactus característicos de la zona de la cuesta El Paposo, se encuentra el Cereus Spinibarbis Otto.